domingo, 30 de septiembre de 2012

FELISMA 2012: las sonrisas también se leen




FELISMA 2012
Porque el arte, la arquitectura y las sonrisas...
¡también se leen!


sábado, 29 de septiembre de 2012

Triunfan las legiones de la lectura: El anillo de César en FELISMA 2012




Marilú Delgado y Patricia Uribe: El anillo de César en FELISMA 2012

La presentación de El anillo de César en los Claustros de San Antonio y San Francisco, en el Festival Literario y Feria del Libro de San Miguel de Allende, FELISMA 2012, nos sorprendió a todos por la conjunción de energía y voluntad que con voluntad y energía propiciamos para prendernos en la magia de la palabra, el amor a los libros y nuestro compromiso con la juventud lectora de México.

Con Lourdes, de Librería Educal

Con Patricia Uribe ,Presidente del Comité de FELISMA 2012

Con Maribel, del Instituto Estatal de la Cultura

Tanto los organizadores de FELISMA 2012 representados en esta oportunidad por Patricia Uribe, como Ediciones El Naranjo, Librería Educal y el Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato se conjuntaron con los esfuerzos que vienen realizando notables educadoras de San Miguel de Allende a quienes ha convencido mi propuesta literaria y que han llevado a sus alumnos estos libros míos, particularmente Copo de Algodón y ahora El anillo de César. Marilú Delgado, maestra de Español de CECYTEG, quien hizo la presentación del libro, Maru Balderas, Directora del Instituto Tecnológico Sanmiguelense, Lourdes García  y Mey Morales, maestras y formidables promotoras culturales entre los más jóvenes actuaron como verdaderas generales romanas para hacer triunfar a las legiones de la lectura.

Marilú Delgado y los chicos de CECYTEG, oradores que a todos nos sorprendieron
Con Alejandro Contreras González,
Coordinador de la Red Estatal de Bibliotecas Públicas


lunes, 24 de septiembre de 2012

El anillo de César en TV Azteca




La vida de 
Julio César 
en la antigua 
Roma 
recreada por una escritora mexicana.

El anillo de César
María García Esperón
Ilustraciones: Sr. No Quiero
Ediciones El Naranjo
México 2012

Un reportaje de Issa Osorio para Proyecto 40 TV Azteca

domingo, 16 de septiembre de 2012

El Duende No: una sonrisa de orilla a orilla







¿Ilustraciones?


¿Edición?


¿Editorial?


¿Cuándo?


¿Dónde?


de María García Esperón

jueves, 13 de septiembre de 2012

32 maestros y una tarde mágica


Con los maestros Horacio García y José Luis Trueba, grandes de la
difusión de la ciencia y la cultura en México
Como parte de las actividades de formación y actualización del Programa Nacional de Lectura (PNL), la Dirección de Bibliotecas y Promoción de la Lectura organizó del 10 al 14 de septiembre el 8º Encuentro Nacional de la Estrategia de Asesoría y Acompañamiento.

A través de Tania Sánchez Vázquez recibí la invitación que me extendió la Dirección de Bibliotecas y Promoción de la lectura para participar en un encuentro con 32 maestros de todo México.

7 libros como las 7 cajas de China fueron rifados entre los asistentes

Fue magia pura, embrujo de la palabra y viaje en el tiempo y en el sueño. Muchos de esos docentes ya habían leído Copo de Algodón, con algunos, como con Nidia, del estado de Hidalgo, ya nos habíamos encontrado si no en otra vida, el año pasado cuando el estado me invitó a través de Ediciones El Naranjo a presentar mi literatura, abriéndome su corazón generoso.

Con mi amiga Nidia, del estado de Hidalgo
Copo de Algodón, que forma parte de los Libros del Rincón, ya había hecho el trabajo y me había otorgado la amistad de personas valiosísimas, como Carmen, de Colima, quien dijo haber encontrado el libro y vivido emociones profundas en sus páginas, llegando a afirmar en el curso de la charla, que ese libro tenía alma.

Con Carmen, y toda la emoción
Fueron dos horas y en dos horas pasan tantas cosas, imposibles de reseñar, sino de intentar atrapar al vuelo para guardarlas en la red de la memoria. Poder hablar ante ese auditorio de maestros del libro de poesía Tres veces tres la mar, de Pedro Villar, que estaba a unos pasos, en la mesa donde prometían sueños los libros del rincón de este año, y contarles la historia de su autor, un poeta español comprometido con la palabra, que cuando vino a México le entregó su corazón y que ve ahora realizado su sueño, al aquilatar como lo ha hecho la importancia y la belleza de que su poesía, tan sincera como hermosa, pueda llegar a tantos niños de este país que ama como propio.

Leí un capítulo de la novela Mi abuelo Moctezuma

Es difícil de explicar lo que se siente al ascender en espirales de palabra y conectar con algo muy divino y muy humano, con ese lugar que para los aztecas era la casa de las flores, de donde nos vienen los cantos. Gracias a esos 32 maestros, la tarde del 13 de septiembre de 2012, la Ciudad de México volvió a tener círculos de jade, como en el mundo de Copo de Algodón. (María García Esperón)



miércoles, 12 de septiembre de 2012

Poesía para niños en las Primeras Jornadas de Literatura Emergente en la Ciudad de México


Ediciones El Naranjo en las Primeras Jornadas de Literatura
Emergente de la Ciudad de México.
Facultad de Filosofía y Letras. UNAM

Poesía para Niños: Como un tigre

María García Esperón



Para Mercedes Calvo y María José

Una de las experiencias más estremecedoras que podamos tener es cuando por alguna razón y en ciertas circunstancias especiales tocamos el corazón de nuestra propia infancia. Y al hacerlo, al llegar ahí, a ese pozo de agua clara, comprendemos que la única manera de expresar lo que estamos viendo, escuchando, comprendiendo... es a través de la poesía.

Hablar de poesía para niños es hablar de poesía con mayúscula. De las grandes aventuras humanas, de los grandes sueños y esperanzas. De Fe.

Fe en el ser, en el mundo, en mí mismo. Porque al hacer este viaje al centro de la infancia la Belleza vuelve a golpearnos como en esa primera vez de los cuatro, seis, ocho años, que miramos el mar, o la mañana en el árbol, que empezamos a descubrir o a inventar las causas, las conexiones misteriosas entre los seres, la magia de las palabras.

Poesía para niños es, simplemente, Poesía. Alada, liviana, sagrada... como en la definición platónica. Sagrada porque nos restituye al mundo misterioso, al todo está lleno de dioses del filósofo griego, al manantial desde donde fluye la imperiosa fuerza de la vida. A nuestra primera mirada y nuestra primera respiración, nuestra vivencia de la existencia sin límites, de la libertad, del sueño.

Esa potencia regeneradora que se llama infancia está en nosotros. El tiempo-siempre que vive la infancia queda en la vida adulta como ese recuerdo muy hondo de cuando fuimos niños. No cabe duda, de niño, a mí me seguía el sol -dice Alfonso Reyes en su Sol de Monterrey. Y dice más: El fuego de mayo me armó caballero. Yo era el Niño Andante, el Sol, mi escudero. Todo el cielo era de añil!, toda la casa de oro, ¡cuánto Sol se me metía por los ojos!... Cuando salí de mi casa, con mi morral y mi hato, le dije a mi corazón: ¡Ya llevas sol para rato! Es tesoro, y no se acaba. No se me acaba y lo gasto. Traigo tanto sol adentro que ya tanto sol me cansa. Yo no conocí en mi infancia sombra, sino resolana.

En este mismo sentir dice el poeta español Pedro Villar en su libro Tres veces tres la mar:

Un solo verso, pensaba, puede salvar a un poeta.
Buscó las palabras precisas, las sílabas justas,
la rima perfecta, pero nada encontró.
Un día descubrió el silencio en los labios de la mar
y quiso alcanzarlo...

Rumores en el agua,
infancia, infancia,
cerré los ojos,
busqué la voz,
hundí mis manos
de sal y playa,
y entre las olas
nacieron las palabras.

Por eso, cuando así nos habla un poeta, nos sentimos sol de nuevo. Y mar y tiempo. Y árbol y nube. Porque se agita en nuestro fondo claro el agua de esa fuente que es el manantial del ser. Desde donde podemos renacer tantas veces a la Belleza como queramos y estemos dispuestos. Porque para eso, hay que ser valientes. Y veloces. Y puros. Hay que ser como una fiera, una espléndida y cósmica fiera, con el firmamento tatuado en la piel y el hambre de belleza en el impulso. Hay que ser algo así, como un tigre.

Con Paulina Delgado, Proyecto Literal y Ediciones El Naranjo

martes, 11 de septiembre de 2012

María García Esperón en la 1ª Jornada de Literatura Emergente de la Ciudad de México





1ª Jornada de Literatura Emergente de la Ciudad de MÉXICO

Asiste a la MESA REDONDA DE POESÍA

Con la participación de MARÍA GARCÍA ESPERÓN 

(Poesía para niños)

12 de SEPTIEMBRE

Horario: de 16:00 a 17:00 HRS.

En la sala A y B de la Facultad de Filosofía y LETRAS



domingo, 9 de septiembre de 2012

Atotoztli II, la Reina Azteca, de Susana Peiró, desde el sur para el Anáhuac




Una investigación de Susana Peiró, quien desde Argentina nos ofrece una nueva mirada sobre el mundo azteca y nos devela un personaje desconocido: Atotoztli II, abuela de Moctezuma y bisabuela de Copo de Algodón.
Con el texto de Susana bajo el brazo fui al suelo de los aztecas, en el centro de la ciudad de México, una mañana de septiembre, el mes de estas tierras. A través de las letras de Susana, el pasado se abrió como una flor en la tierra del presente, y escuché las voces y los cantos, los tambores de guerra, el rumor de la genealogía.  Una tras otra vi, sentadas y dignas a pesar de extender la mano para la limosna, ancianas como la vieja tícitl del texto de Susana, copal y plumas ricas de aves, y en el torbellino del metro Tacubaya, los murales comenzaron a hablar para ir en busca de esa abuela que hoy Susana extiende como una semilla de futuro para el Anáhuac desde las altas montañas del  sur. (María García Esperón)

En un jardín estilo prehispánico de Mixcoac, Ciudad de México


Atotoztli II, dibujo de Susana Peiró, en La Cueva de Susana

viernes, 7 de septiembre de 2012

Oto y Oli, de Asunción Carracedo




Oto y Oli
Texto: Asunción Carracedo
Ilustraciones: Salvasilva (Salvador Silva Alonso)
Amigos de papel
León, España, 2012

Gracias al amor siento al alma de bulto, la toco.
Miguel de Unamuno

Asunción Carracedo ofrece a través de su sello editorial, Amigos de papel, este volumen que continúa las aventuras y el carácter de un adorable monstruo llamado Oto, protagonista de su primer libro. Con un lenguaje directo, sencillo y muy alegre, permeado de emociones, la autora leonesa pone en la biosfera de la literatura infantil un tópico difícil: el rechazo social a quien es diferente y las reacciones que ocurren en el interior de quien es rechazado.

El texto nunca abandona el tono lúdico al dibujar la nueva situación por la que atraviesa Oto y las nuevas reflexiones que le ocasiona: en su entorno irrumpe la amistad, en la figura de Oli, otro monstruo tan grande como él, aunque de otra coloración, pues si Oto es marrón, Oli es blanco como la nieve de las montañas. Ambos tienen un origen común, las cuevas de las Montañas Chispeantes, donde crecieron juntos y debieron separarse; pero en ambos existe el anhelo de reinstaurar ese paraíso perdido y Oli visita a Oto en la ciudad, donde vive el monstruo. La prosa de Asunción Carracedo tiene un talante poético y sabe dar vuelta a la llave que causa la magia de las palabras en el momento preciso. El importante momento del abrazo del reencuentro es descrito con imágenes originales y frescas, muy próximas al imaginario de los niños:

"Así, juntos y abrazados, parecen un batido de chocolate y nata o un café con leche a medio revolver.
Sonrisas y abrazos...
¡¡cuántas sonrisas y cuántos abrazos!!
Más sonrisas y más abrazos
y todos son...
monstruosos y cálidos".

La cercanía natural que la escritora tiene con los niños le otorga una preciosa facultad: la de describir los hechos cotidianos con los colores y la mirada de la infancia. Asunción mira a través de los ojos de su niño esencial y esto pone en sus manos la varita mágica de los cuentos de siempre. Esta autora cree en lo que está escribiendo y logra que sus personajes salten de las páginas a la realidad. Oto es. Oto existe. Siente amor. Amistad. Tiene el alma de bulto como diría Unamuno y cuando se siente solo sueña a un amigo y el amigo aparece, con su abrazo, su calidez, sus dudas y sus miedos compartidos:

"-Pero si no saben quién soy, cómo me llamo, qué es lo que quiero -insiste molesto OLI- no les hemos atacado, ni les hemos hecho daño. Ni siquiera nos los hemos comido, ni estrujado con las manos.
-Nos rechazan por nuestro aspecto, que es diferente al suyo -repite cabizbajo OTO.
-Y, ¿eso es malo? -pregunta de nuevo OLI".



En el trayecto que hacen los dos monstruos a través de la ciudad y la deliciosa visita al zoológico, la autora vierte un mundo de valores de urbanismo, civilidad, ecología, nutrición, respeto por la vida animal, armonía con la naturaleza. En un párrafo brillante introduce palabras de su creación para poner en la existencia del libro aquello que todavía no existe en el mundo cotidiano pero que es necesario para alimentar a los seres de su mundo de creación:

"Las risipavías, que dan energía y alegría, entre todos. Una a cada uno. Los catolimones para curar los chichones y las sandianjas que aclaran la garganta para el gran oso goloso..."
Las ilustraciones de Salvasilva están entrañablemente unidas al espíritu del texto. Colores cálidos, texturas que brindan la sensación del pelaje de los monstruos, ojos animados que miran a su objetivo y a veces fuera del texto, directo al corazón de los lectores. Como viene sucediendo en el género del libro-álbum, del que Oto y Oli es un ejemplo espléndido, la ilustración impone su dinámica y en la parte final ofrece un texto dentro del texto en forma de una hoja de periódico que dispara la imaginación de los niños y tiende caminos nuevos.

Asunción Carracedo y Salvasilva han hecho un libro con el alma de bulto. Uno de esos libros que solamente pueden hacer quienes como Oto y Oli sienten amor. Y amistad. (María García Esperón)

martes, 4 de septiembre de 2012

Me he mirado desde siempre en la memoria: María García Esperón


María García Esperón:
“Me he mirado desde siempre en la Memoria” *



¿Cuándo descubriste tu vocación de escritora?

En una tarde en que, a los seis años, leí el primer libro. Recuerdo el momento, las texturas del libro, los colores, las letras… fueron instantes sagrados que rememoro siempre. Leí ese libro sola, sin un adulto al lado. Era una narración bíblica en un volumen ilustrado titulado “La creación”. Cuando terminé de leerlo lo repasé y creí morir de felicidad al descubrir que tenía pegadas un par de páginas. Eso significaba que había algo oculto, que debía ser más misterioso y más bello que lo demás… He pensado en esa primera experiencia lectora y comprendo que me marcó para siempre y que ha sido el signo de la literatura infantil y juvenil que cultivo actualmente: que siempre quede algo oculto, algo preservado como un tesoro, que siempre se sienta que ese libro apunta a algo más. Que el lector es un descubridor único de un mensaje trascendente. A los seis años supe que sería escritora, y escritora de libros como ese que había leído, que involucraran la historia y la espiritualidad, el misterio y la poesía.

¿Cómo fue tu infancia en relación a los libros?

Consagrada a ellos. Tuve mi infancia para leer y descubrir lo maravilloso que puede ser el mundo a través de los libros. Lo único que quería yo hacer era leer y lo hacía en todo momento. Ciertamente que jugaba poco, juegos físicos casi nada. Yo soñaba e imaginaba a través de los libros. Mis horas eran las páginas. Mis amigos y mis amores los personajes. Y aquí fui afortunada por crecer en el seno de una familia donde todos eran grandes lectores. Mi abuela, que vivía con nosotros era además poeta. Ella me influyó mucho, yo fui a heredar en vida sus lecturas, no porque ella me las entregara directamente, sino porque yo curioseaba en sus libros y así, a los 8 años yo ya sabía de los Nibelungos, por ejemplo; o de Haroun Al Raschid, el emir de los creyentes. Tenía libros preciosos, ilustrados (para adultos), de la editorial Sopena, y antologías poéticas sorprendentes, que yo hojeaba. Y también muy pequeña, entre los 8 y los 9 años, descubrí la poesía, los versos, en antologías del modernismo. Rubén Darío me conmocionó, particularmente con el poema “Cosas del Cid”.
Todo esto me causó una especie de defasamiento con los niños de mi edad, que no entendían por qué yo prefería quedarme a leer hoja por hoja la Enciclopedia Barsa, que salir a jugar. Pero no en un sentido traumático, les parecía increíble, ¡como a mí me parecía increíble que no se quisieran quedar conmigo a leer la Enciclopedia!


Sin embargo, no comenzaste a escribir propiamente sino hasta los cuarenta años…

Así es. Pero no dejé nunca de ser escritora porque siempre he sido lectora. Y mi percepción, mi cerebro, funcionan literariamente, todo el tiempo, con esos arquetipos que aprehendí de niña: en sexto de primaria ya había leído la Iliada, la Odisea, la leyenda artúrica en diversas versiones, a Cervantes, a Shakespeare, a Tolstoi, a Dante, podía leer en inglés, francés e italiano… claro que había muchas cosas que yo no entendía, no solamente por el idioma, sino porque era una niña; pasajes que me resultaban largos y tediosos, hojas que me “saltaba”, pero podía sentir la vibración general de los textos, eso que encierra la literatura de verdad, que devela lo oculto, el misterio del mundo, que nos pone en contacto con eso que se llama Belleza.

Con todo eso yo iba viviendo mi vida y realizando mis inquietudes –la danza flamenca, por ejemplo, fue la gran pasión de mi juventud-, así que cuando me puse a escribir mi primer libro, motivada por las lecturas que había hecho con mi hijo y con la idea de presentarme al concurso el Barco de Vapor, fue algo muy natural para mí, simplemente poner por escrito esa especie de voz interior que me viene diciendo las cosas siempre.

Y desde entonces, que obtienes el Premio Barco de Vapor 2004 con la novela El Disco del Tiempo, no has dejado de escribir…

Así es, y de vivir mi vida ahora sí, plenamente, de un modo literario… Desde ese año a la fecha he tenido en mi vida experiencias tan intensas y hermosas como las que se viven en los libros que amamos.

¿Cómo eliges los temas de tus libros?

En un sentido, ellos, los temas, me eligen a mí. Es como una descarga eléctrica la que experimento al encontrar el tema, el motivo. O más bien, podría compararlo con el daimon o demonio del que hablaba Sócrates, cuando éste se aparece, ahí está el misterio, la puerta que se abre, la verdad que espera ser revelada, o la aventura que vale la pena ser vivida. Lo que me ocurrió con El Disco del tiempo es uno de los mejores ejemplos. Al terminar de escribir esta novela que trata sobre el disco de Festos y su escritura jeroglífica, después de leer hasta la saciedad que no existía otro objeto comparable, o que no había sido encontrado… se publica el hallazgo del Disco de Nebra en Alemania, que puede o no tener puntos de contacto con el Disco de Festos, pero que procede de la Edad de bronce, como aquél y lleva en su superficie el asterismo de los 7 puntos que designa a las Pléyades, presente en el Disco de Festos. Esto ocurre en la realidad cuando yo estoy escribiendo una novela sobre ese disco, esa época… fue una experiencia única, pasar del libro a la realidad y de la realidad al libro. Y así, con todas esas emociones, escribí El Disco del Cielo, novela que fue publicada en Cuba en 2011 por la Editorial Gente Nueva,y que, según me dice mi editor y querido amigo Enrique Pérez Díaz desde la isla, ha tenido una muy grande aceptación.

¿De los personajes que has creado o evocado en el caso de los históricos, cuál es tu favorito?

Tengo debilidad por las dos princesas, Cleopatra Selene, de Querida Alejandría y Copo de Algodón, de la novela del mismo nombre. Las dos me eligieron para darles voz y mundo en este siglo XXI entre los jóvenes y no tan jóvenes pero que están dispuestos a darse una segunda juventud a través de estas lecturas.

¿Cómo llegaste a Ediciones El Naranjo?

¡También El Naranjo llegó a mí! Fue en la época en que algunos escritores comenzábamos a usar los blogs para ponernos en contacto. Así, en Cuaderno de apuntes, el blog de mi querido amigo Pedro Villar, conocí a Ana Laura Delgado, quien tuvo la deferencia de pedirme un libro para su editorial, lo que me hizo muy feliz. Y la novela Copo de Algodón la escribí especialmente para El Naranjo. Yo soñaba verla pender de ese árbol que viene entregando frutos-libros tan hermosos en fondo y forma para los lectores más jóvenes.

¿Y te pusiste la camiseta?

Sí. Absolutamente. Sin detrimento de las otras editoriales que han sido espléndidas para con mis libros, como Norma en Colombia, el FCE con los Tigres de la otra noche, SM con la proyección que me dio el premio El Barco de Vapor. Hillman Publicaciones en Colombia que me ha publicado un libro por año desde 2009 y Gente Nueva en Cuba que ya es como mi familia porque Enrique Pérez Díaz es mi hermano del alma… Con El Naranjo es algo especial, una identificación con el ideario de la editorial, una aproximación al libro como ese objeto cálido y acunado en manos humanas. Gracias al Naranjo pude tener esa relación cercana con el libro y su entorno que todo autor anhela. En El Naranjo, para mí, el libro sigue siendo esa criatura mágica y alada, dispuesta a entregar sus maravillas a quienes con alas y con magia estén dispuestas a recibirlas.

¿Qué satisfacciones te ha traído la novela Copo de Algodón?

Ya son incontables. Desde su “nacimiento”, en el Museo del Templo Mayor, mientras se exhibía al público mexicano la exposición sobre Moctezuma diseñada por el Museo Británico, hasta escuchar en el Castillo del Chapultepec al coro de Niños Cantores del Estado de México entonando en náhuatl una bellísima composición de David García, también queridísimo amigo, inspirada en el personaje, o cuando gracias a Joaquín De la Buelga y la Sociedad de Amigos del País, con Fernando Álvarez Balbuena y Armando Arias al frente, y acompañada cálidamente por Asunción Carracedo, presenté el libro en España, en el Centro Internacional Niemeyer de Avilés ante 200 niños españoles que recibieron a una niña azteca del siglo XVI como su amiga…
Han sido tantas vivencias que he llegado a pensar que Copo de Algodón es más que un libro, es un movimiento del espíritu, que toca muchas fibras dormidas y que trae a la vida de la memoria a una niña que antes de esta novela estaba en la muerte del olvido.

Tú escribes poesía y narrativa, ¿cómo combinas esos dos ámbitos?

La prosa con la que escribo principalmente la narrativa histórica, es poética.
La poesía es una mirada especial sobre el mundo, que siempre está presente.
Sin embargo, no me considero poeta sino una intérprete de poesía. Esto es para mí como un don: convertirme en instrumento a través del cual puede entonarse la melodía de la belleza.
El Naranjo estuvo muy presente cuando en octubre de 2009 fundé el encuentro Voz y Mirada, para decir poesía de autores diversos que conocía por Internet y plasmar todo esto en videopoemas. Desde entonces hasta julio 2012 he realizado unos mil videopoemas, con la poesía de diversos autores que también en este caso, puedo decir que me ha escogido, principalmente la del poeta asturiano Aurelio González Ovies, con cuya palabra establecí un compromiso existencial -¿ya ven como vivo literariamente?-: darla a conocer dondequiera que voy. En junio pasado hice una presentación de su poesía en el Centro Español de Querétaro que fue tan impactante y emotiva para los espectadores españoles como para los mexicanos. Todos me manifestaron su asombro porque no se trató de una lectura, sino porque yo dije veinte poemas de memoria, algunos largos y complejos… pero esto no es algo muy difícil para mí porque desde niña tengo la costumbre de aprenderme poemas. Desde aquel “Cosas del Cid” de Darío que les comentaba más arriba, yo no estaba tranquila hasta aprenderme el poema que me había gustado tanto. Me he mirado desde siempre en la Memoria, por amor de las palabras.

Háblanos de tu novela El anillo de César

¡Por dónde empezar! Tal vez en que es un sueño hecho realidad, pero un sueño cuyas expectativas fueron sobrepasadas. El libro que ha hecho El Naranjo, las ilustraciones de Miguel Ortiz, Sr. No quiero, están a punto de entregar a los jóvenes mexicanos el plato fuerte de la Historia Universal. (Está bien: uno de los platos fuertes). Y por una de esas simetrías que encantaban a los antiguos, esta novela sobre Julio César sale de la imprenta precisamente en el mes de Julio (por poco sale el mismo día 13, que nació César, en el mes que se llamaba Quintilis, y al que se puso su nombre para honrarlo).

El personaje siempre me ha fascinado. Julio César realizó todas las posibilidades del ser humano, es el ser político por excelencia, pero también es un escritor, también amó la Palabra. Es un hombre que vive y vibra, que como Ulises siempre está alerta. Es un hombre que ama, que es amado. (La joven Cleopatra a los 21 años se enamoró de él, calvo y cincuentón pero Divino y Julio) ¿Ambicioso? El mundo antiguo no condenaba la ambición o la sed de gloria personal como el mundo cristiano. Recordemos que en la Ilíada los héroes griegos luchan por su gloria. Los poemas homéricos educaron al mundo grecolatino, fueron el modelo de Alejandro Magno y Alejandro fue el modelo de César. Y César lo fue de Napoleón, y de Bolívar…

El anillo de César es un libro político para jóvenes lectores. Muestra al hombre inmerso en la polis, en la civitas, arando los campos agrestes del alma para convertirlos en civilización. Muestra polémica y envidias y atroces asesinatos y guerras. Pero muestra a un Julio César siempre conciliatorio, siempre prefiriendo el diálogo y la arenga al puñal, tomando las armas cuando no le queda otro remedio –tampoco era un pacifista en el sentido actual, no extrapolemos la Historia- perdonando la vida en su momento a quienes, también en su momento, lo mataron en el asesinato más famoso de la Historia.

El anillo de César engarza al personaje desde dos temas principales que son los que me hipnotizan como ser humano y escritora: el tiempo y el destino. La novela, por su estructura, es una metáfora del tiempo: se construye en 24 capítulos como otras tantas horas de un día arquetípico que avanzan en orden descendente, esto es, de adelante para atrás. Vamos leyendo y vamos hacia el pasado, de tal modo que cada capítulo es el futuro del presente de su predecesor, lo que propone a los jóvenes lectores y a los jóvenes de corazón una experiencia de lectura que no es fácil pero que puede ser interesante, reveladora. La novela es un círculo, como la serpiente ouroboros, que se muerde la cola.

El Destino, el otro gran tema, era algo de lo que Julio César siempre fue muy consciente: del significado de su vida, de su destino personal, quién era él y por qué tenía esas capacidades y levantaba esas adhesiones y esos rechazos y esos amores y esos odios. Al contrario de los políticos egipcios de la corte de Cleopatra, descendientes de los macedonios, Julio César no zanjaba las cuestiones de poder asesinando a los pretendientes y a los enemigos. Al perdonar a quienes lucharon contra él en la guerra civil selló su sentencia de muerte y quizá lo sabía. Pero ese era su destino. Y quizá también lo sabía.

Por El anillo de César desfilan los personajes que hicieron el espíritu de la Roma en cuyos brazos murió la República. Verán a Cicerón y a Bruto, a Casio y a Antonio, a Calpurnia y a Cleopatra. A Clodia la hedonista y a Catón el estoico, al arúspice etrusco Spurinna y al Magno Pompeyo… Los muebles, las togas, las columnas, las estatuas, el Tíber murmurante y el Nilo, la guerra de las Galias, los bosques de los celtas… El mundo que miraron los ojos de Cayo Julio César.

Dos de los epígrafes del libro dan la clave de la lectura profunda que puede hacerse para ponerse en el dedo este anillo: “Los hombres mueren porque no son capaces de unir el principio con el final”. Lo dijo el médico Alcmeón de Crotona en el siglo VI a.C. Y “Nadie es verdad más que los muertos a pesar de sus siglos”. Lo dijo el poeta asturiano Aurelio González Ovies cuando el siglo XX cambió a XXI. Son sentencias misteriosas y sabias sobre las que vale la pena meditar.

*Entrevista con Ediciones El Naranjo a propósito del lanzamiento de la novela El anillo de César. Agosto 2012.
 

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