martes, 25 de octubre de 2011

Sólo una estrella, de Enrique Pérez Díaz



Solo una estrella
mi suerte traerá,
su brillo infinito
mi corazón llenará,
solo una estrella,
será fuego y luz,
mi prado y mi sueño,
mi mar y mi azul.
Solo esa estrella
conseguiría encender
de mi risa el alma,
de mi sueño el creer.
Si mi estrella me busca,
mi suerte traerá,
solo si ella aparece,
dondequiera que esté...


(C) Enrique Pérez Díaz
Voz: María García Esperón
Música: L. Einaudi
MMXI

domingo, 9 de octubre de 2011

El Hada Recuerdo video



El hada Recuerdo
 está millonaria:
 ha abierto su cofre
 y cuenta palabras.

 Clasifica sueños
 archiva miradas
 ordena sonrisas
 y pule la plata.

 Se le van las horas
 escuchando ecos
 haciendo memoria
 mirando el espejo.

 En su álbum grande
 de fotografías
 viven emociones
 de pasados días.

 Tiene cien cajones
 donde guarda helechos
 promesas, pendientes,
 collares y versos.

Tiene mil y un cajas
para guardar flores
abrazos y besos
y cartas de amores.

El hada Recuerdo
nunca está aburrida
porque recordando
se pasa la vida.



Texto y voz: María García Esperón
Música: Yanni
MMXI

jueves, 6 de octubre de 2011

Una página nueva va a empezar: "Los espejos de Anaclara" en portugués


"Una luz pequeñita/ va a encenderse"
En 2008, la maestra salteña Mercedes Calvo obtuvo el Premio Hispanoamericano de Poesía para niños con su poemario Los espejos de Anaclara. Esto develó al mundo hispanohablante a una poeta extraordinaria, de delicadeza y profundidad, de lenguaje exquisito y enorme cultura literaria. Los efervescentes espacios de la poesía para niños contemporánea de inmediato reconocieron en Mercedes Calvo a la poeta por excelencia, además de aplaudir el compromiso que a lo largo de tantos años ha tenido con la infancia desde su aula en Montevideo, sembrando en sus alumnos el amor a la poesía, formándolos en la palabra y en la belleza.
Los espejos de Anaclara, ese libro afortunado, ha sido traducido al portugués y presentado en la Bienal del Libro de Río de Janeiro, lo que constituye todo un acontecimiento no sólo en el ámbito de la poesía para niños, de por sí efervescente, sino de la literatura en general, que se ha visto enriquecida. Sobre el camino que ha hecho Anaclara desde 2008 al presente, conversamos Mercedes y yo en la mañana de dos países: Uruguay y México. (María García Esperón)

MGE: ¿Cuándo y cómo fue publicado Os espelhos de Anaclara?

MC: A fines del 2010, junto a los saludos navideños, tuve la alegría de recibir algunos textos de mi libro sobre los que estaba trabajando Fabio Weintraub, el traductor que realizó el trabajo para Ediciones SM. Mis conocimientos del portugués son casi nulos, por lo que le agradecí la gentileza de consultarme, pero sentí que poco podía aportar a su trabajo. En verdad, una vez echado a andar un poema, toma vida propia, independiente del autor. El traductor es, simplemente, un lector que hace una lectura personal; no le corresponde al autor decir cómo deberá realizarse esa lectura.
Ahora me he enterado que el libro fue presentado en la Bienal del Libro de Río de Janeiro, lo que me llena de orgullo pues es un evento cultural muy importante en Brasil, que se realiza desde hace casi 30 años en los años impares y reúne a todo el mercado editorial brasileño. Dada la cantidad de público que asiste, imagino que muchos otros niños tendrán ahora la oportunidad de asomarse a Os espelhos.

Nuevas preguntas al espejo...
MGE: ¿Qué ha ganado tu poesía al pasar a otra lengua?

MC: Es muy difícil traducir poesía, sobre todo cuando se trata, como es el caso de mi libro, de formas con métrica y rima definidas. El ovillejo, por ejemplo, que yo utilizo en algún poema, es una forma típicamente española, popularizada por Cervantes. Es casi imposible trasladar métrica, rima y contenido a otra lengua, tampoco tiene sentido hacerlo, justamente por eso, porque es otra lengua.
Dice Robert Frost que la poesía es lo que se pierde en la traducción, yo creo, sin embargo, que tal vez pueda verse afectada la forma del poema; la poesía, en cambio, debe perdurar más allá del lenguaje.
Sin duda con la edición de Os espelhos… toma su verdadero sentido aquello que yo escribí en Los espejos…
¡Si ahora tengo / multiplicado el sol / en todo el patio / pedacitos de mundo / en el bolsillo / y un reguero de estrellas / en mi cuarto!
Mi poesía sin duda ha ganado eso: lectores, pedacitos de mundo.
El poema final de Los espejos anuncia: Una luz pequeñita / va a encenderse/ Una página nueva / va a empezar. Se refiere al libro que comenzarán a crear los lectores al plantear nuevas preguntas al espejo. Gracias a esta traducción estas preguntas tendrán ahora la posibilidad de multiplicarse.

MGE: Sabemos que Anaclara ha tenido una trayectoria fulgurante, que comienza con el Premio Hispanoamericano de Poesía. Nárranos por favor que más ha sucedido con esta niña que conquista los corazones de todos.

Mercedes Calvo con Germán Machado y Dinorah López Soler  durante la
entrega del Premio Bartolomé Hidalgo a Germán. Foto: Fabián Mastrangelo
MC: Dicen que los libros van más lejos que los autores, y está bien que así sea. De todos modos, a algunos lados he podido acompañar a Anaclara y me ha deparado momentos muy gratos. Hemos ido juntas a varias escuelas de México y realmente es una emoción muy grande ver que, en muchas, forma parte de los libros de texto que los niños llevan consigo.
También estuvimos juntas este año en la Feria del Libro de Bogotá, y en la escuela República Oriental del Uruguay de esa ciudad.
A España ha ido sola y realmente le ha ido muy bien: fue seleccionada para integrar la 26ª Muestra del Libro Infantil y Juvenil, o sea que, durante todo el año, recorrerá las bibliotecas en una exposición itinerante por más de cien municipios de la Comunidad de Madrid.
En Alemania fue seleccionada por la International Youth Library para integrar una muestra de 150 poemas con la mejor poesía ilustrada para niños. De esos 150 hicieron una nueva selección para realizar su almanaque 2011 y volvieron a incluirla, en su idioma original y traducida al alemán por el poeta Peter Härtling.
En nuestro país ha sido presentada de la mejor manera posible: por los niños uruguayos y por los amigos.
Ahora ha iniciado su viaje por Brasil, lo que demuestra que es una niña decidida y aventurera.

MGE: Has emprendido hace relativamente poco una aventura literaria en la red, a través de tu blog Palabras en los ojos. ¿Cómo ha sido? ¿Qué has descubierto?

MC: Estuve mucho tiempo dándole vueltas a la idea del blog, sin decidirme. Sabía que debería tratar sobre libros, niños y poesía, que son los ejes de mi quehacer, pero no tenía claro cómo encararía los textos.
Poco a poco, el panorama se fue aclarando. Hoy se parece en mucho a un diario, no en el sentido informativo, como órgano de prensa, sino más bien a un diario íntimo, aunque público. Cuando fui al Congreso de Colombia, por ejemplo, más que comentarios sobre las ponencias o fotografías de los invitados, me referí a cosas pequeñas, que me impresionaros: los graffittis en las paredes, la Sala de las Ofrendas en el Museo del Oro, las preguntas de los niños. Por lo general me dejo llevar por la emoción del momento, y a veces, después de escrita la entrada, me pregunto: ¿y esto tiene que ver con la poesía? Y sí, siempre lo tiene, aunque hable de un puente, el comentario de un niño o una canción.
No sé qué interés puedan tener mis reflexiones personales para aquellos que, un poco al azar, navegan por la web, pero ha sido grato comprobar que algunos desconocidos se detienen , entran y después regresan. Las palabras de bienvenida de Neruda marcan, un poco, la tónica que he querido darle a esta casa de letras.

MGE: ¿Cuál es la satisfacción más grande que te ha dado tu libro Los espejos de Anaclara?

Con el narrador touareg Moussa Ag Assarid en Guadalajara
MC: Sin duda la posibilidad de convertirme en escritora. Es bastante atípico que un premio tan importante como el Hispanoamericano de Poesía para Niños lo haya ganado una persona que, no sólo no había publicado jamás, sino que tampoco había escrito ni había tenido, en casi seis décadas de vida, la intención de dedicarse a la escritura.
El Premio me abrió las puertas a un mundo nuevo, de viajes, congresos, seminarios, nuevos libros, nuevos amigos. He vuelto a trabajar con niños desde otro ángulo, con más libertad y redoblado entusiasmo. Todavía no me acostumbro a que me presenten como escritora pero he de serlo, supongo, ¿por qué no? Ahí están los dos libros publicados para atestiguarlo pero, sobre todo, está la voz de Eduardo Galeano recordándonos: “porque todos, toditos, tenemos algo que decir a los demás, alguna cosa que merece por los demás ser celebrada, o perdonada.”
Descubrir que yo también tenía algo que decir y poder hacerlo ha sido el logro más importante.

martes, 4 de octubre de 2011

El hada Recuerdo




El hada Recuerdo
 está millonaria:
 ha abierto su cofre
 y cuenta palabras.

 Clasifica sueños
 archiva miradas
 ordena sonrisas
 y pule la plata.

 Se le van las horas
 escuchando ecos
 haciendo memoria
 mirando el espejo.

 En su álbum grande
 de fotografías
 viven emociones
 de pasados días.

Tiene cien cajones
donde guarda helechos
promesas, pendientes,
collares y versos.

Tiene mil y un cajas
para guardar flores
abrazos y besos
y cartas de amores.

El hada Recuerdo
nunca está aburrida
porque recordando
se pasa la vida.






domingo, 2 de octubre de 2011

Germán Machado: un escritor con los astros alineados


Germán Machado
Un escritor con los astros alineados


 Mi propuesta ha venido jugando entre lo fantástico y el realismo.
En La Memoria y el Sol, el excelente espacio que a la literatura infantil y juvenil dedica Alejandra Moglia. me enteré que el muy importante Premio Bartolomé Hidalgo había sido asignado a la novela Tamanduá Killer, del escritor y poeta  uruguayo Germán Machado. La interesante y propositiva trayectoria de este autor  ha venido a interpelar la narrativa infantil y juvenil que se está construyendo actualmente en una lengua castellana que acusa el impacto de las nuevos medios de comunicación. El premio concedido en el marco de la 34ª Feria Internacional del Libro, organizada por la Cámara del Libro Uruguaya viene a reconocer la muy importante voz de este narrador y poeta uruguayo. Sobre su novela, el Premio Bartolomé Hidalgo, narrativa y poesía, sostuvimos una breve charla desde el otoño mexicano a la primavera de Montevideo. (María García Esperón)

Soy de los que piensan que en la dupla «literatura infantil»
 primero está lo literario y luego lo infantil (o juvenil).
 O sea, primero lo sustantivo: 
escribir y hacerlo del mejor modo posible.

MGE: ¿Cómo surge en tu imaginario de escritor la novela Tamanduá Killer?

GM: Fue una confluencia de distintos asuntos que cuajaron en la idea de la novela. Por un lado, un conflicto importante en nuestro país a raíz de la instalación de plantas de procesamiento de celulosa, cuyo principal problema es el de la forestación y la tala de monte nativo, amén de la contaminación de aguas. Un día, informándome sobre eso, leí algo que me llamó la atención: el problema de las empresas para almacenar madera sin que se la coman las termitas. Por otro lado, un debate en el que se vio involucrada una amiga, la doctora en biología y zoóloga, Bettina Tassino, sobre la utilización de recursos del Estado para financiar el trabajo de investigación en ciencias básicas. Finalmente, la lectura de información sobre la posible extinción de los tamanduá, una especie de osos hormigueros autóctonos de nuestra región. Esos elementos confluyeron, como si se alinearan los astros, para que mi imaginación hiciera el clic y surgiera una trama narrativa en la cual la depredación de estos animales, los tamanduás, pudiera estar vinculada a dos factores: el cuidado de la madera de las empresas forestales y la investigación en ciencias básicas. Preocupaciones sobre bioética y el afán de escribir una novela de suspense me permitieron jugar con todos esos elementos, ambientando la historia en esa región ficticia en la que se desarrollan varios de mis cuentos: el Delta.

Desde el momento en que en mi cabeza surgió la idea clara de la historia hasta el presente pasaron cuatro años. Mi amiga Bettina Tassino me dio una buena mano asesorándome sobre los aspectos científicos. Obviamente, ella no tiene ninguna responsabilidad sobre los posibles errores que yo haya cometido al escribir la historia, y menos aún en lo que son los aspectos literarios de la obra o las distintas interpretaciones que puedan hacerse sobre temas de bioética problematizados en la fábula: porque hago constar que el libro pone el conflicto sobre la mesa y que no todos los científicos tienen porque estar de acuerdo con lo que propone y discute.

MGE: ¿Ya habías trabajado antes el suspenso para niños y jóvenes?

GM: En mi novela, Zipisquillas, y en algunos cuentos que he escrito hay componentes de suspenso. Pero en esta novela el suspenso fue algo más deliberado: quería escribir eso que los americanos llaman un thriller y nosotros una novela de suspenso. Claro que en el resultado final, pienso, la novela junta eso con lo que son las clásicas novelas de aventuras y algo del género policial. Los dos héroes de la historia, adolescentes ellos, llevan adelante una investigación: develar el misterio de la aparición en el Delta de osos hormigueros degollados a los que les quitaron la lengua.

MGE: ¡Ya estoy enganchada! Y de seguro eso les pasa a tus jóvenes lectores desde la primera página. ¿Cómo podrías definir tu propuesta en el campo de la narrativa juvenil?

GM: Soy de los que piensan que en la dupla «literatura infantil» primero está lo literario y luego lo infantil (o juvenil). O sea, primero lo sustantivo: escribir y hacerlo del mejor modo posible. Después, si tenemos la suerte de que lo escrito le interesa a niños y jóvenes, pues estará justificado el calificativo.

Mi propuesta, hasta ahora, ha venido jugando entre lo fantástico y el realismo. En esa tensión, no descuido el precepto clásico de que lo literario cumpla con las tres funciones de conmover, educar y entretener. Trato de evitar lo pedagógico a la vieja usanza, pero también intento evitar lo banal y chabacano: para lo primero, está la escuela; para lo segundo, con la televisión y el mundo del espectáculo ya hay suficiente. Creo que en la tensión entre esos tres objetivos se puede cocinar una buena historia. Y esto último, contar una buena historia, pienso que es clave. Me siento muy a gusto escribiendo en este campo, donde no hace tanto que estoy: piensa que mi primer publicación para niños fue la que surgió con el primer premio que obtuve en 2007, en el concurso convocado por la Revista Imaginaria, que sucedía en este delta y llevaba por título, El secreto de los Greenwall. Han sido cuatro años intensos. Y de algún modo, creo, por no estar directamente vinculado a todo lo que fue el movimiento de renovación de la LIJ uruguaya que arrancó a principios de los noventa, quizás estoy más suelto para ensayar historias que no tengan que atarse a algunos estereotipos infantiles o a criterios de ambientación localistas que los editores han manejado como un sine qua non.

Germán Machado con la escritora Mercedes Calvo y una de las integrantes del jurado, Dinorah López Soler, luego de la ceremonia de premiación. Intendencia de Montevideo, 1 de octubre de 2011 (Foto: Fabián Mastrangelo)
MGE:  ¿Cómo se relacionan tu narrativa y tu creación poética? ¿Dejas al poeta en casa para escribir un thriller?

GM: No. Eso no sucede nunca. Si bien la predisposición mental es distinta cuando uno se sienta a escribir un poema o a desarrollar las líneas de una trama argumental narrativa, la práctica de escribir poesía es siempre un acicate para darle vuelo al lenguaje. Lo poético es la sal y la pimienta de eso que te decía antes: el intento de conmover al lector. Lo que sí percibo últimamente es que el narrador se ha ido colando en la escritura de poesía. Pero todavía no podría decir hasta qué punto eso será importante en mi escritura. Mi próximo libro de poesía será una buena posibilidad para juzgar eso. Ya veremos.

MGE: ¿Qué significa el Premio Bartolomé Hidalgo concedido a tu novela? ¿Qué repercusiones traerá?

GM: El Premio Bartolomé Hidalgo es uno de los más importantes que se conceden en nuestro país. Quizás no es el de mayor prestigio literario, pero sí que es uno de los de mayor difusión e impacto mediático. Lo organiza la Cámara del Libro, el jurado es prestigioso, lo han obtenido los escritores más populares de nuestro país, se entrega en el marco de la Feria del Libro, que es la actividad del mundo del libro más importante de nuestra ciudad. Todo eso hace del premio una buena ventana para que la obra premiada tome difusión.

Este año ha sido para mí muy intenso: publiqué tres libros; hay un cuarto en camino; y obtuve en Argentina el premio de poesía de los Destacados de ALIJA con Ver llover. Si a todo eso sumamos el Bartolomé Hidalgo, así lo pienso ahora: la repercusión más importante es que habrá un interés por parte de los mediadores y de los lectores para conocer mejor mi trabajo. Creo que eso es lo mejor que pueda pasar. Y después, bueno, seguir escribiendo, trabajando y publicando.


Germán Machado nació en Montevideo, Uruguay, en 1966. Desde entonces reside en esa ciudad a orillas del Río de la Plata. Escribe poesía y narrativa. Sus libros de poesía para niños son: Garabatos y ringorrangos (Editorial Libro de Notas, España, 2010) y Ver llover (Editorial Calibroscopio, Argentina, 2010). Este último, obtuvo el premio de poesía de los Destacados de ALIJA 2010 (Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de la Argentina). En narrativa, además de Tamanduá Killer ha publicado Zipisquillas,  El señor Dino Ache y el canario dorado y El devorador de paisajes.  Más información en su blog: http://machadolens.wordpress.com/
 

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